Cómo organizarse para acabar con los retrasos y demoras
Entre otras existen 8 causas principales donde se podrían encuadrar los motivos de las demoras y retrasos en los proyectos y tareas a realizar. El término inglés que designa este concepto es “procrastination”. Vamos a enumerarlas y próximos posts pasaremos a estructurar una serie de pasos para acabar esta práctica, o al menos sabremos por qué lo hacemos de este modo.
- Búsqueda de la perfección absoluta. Posiblemente un aspecto negativo que no deja avanzar.
- Miedo a lo desconocido, la tarea nos puede aportar información que no queremos conocer.
- Prometer que lo harás más tarde. No afrontar la tareas de alta importancia y demorar continuamente los planes.
- Centrarse únicamente en las tareas fáciles y no afrontar las difíciles o complejas. Parece que nos movemos, pero solo es eso, no se aborda lo importante. Nuestro cerebro funciona en dos modos diferentes, detecta cuáles son las recompensas inmediatas y cuáles son los objetivos a largo plazo. El presente puede acabar comiéndose los planes futuros e importantes, renunciando en este caso a los objetivos a largo plazo.
- Falta de motivación por impedimentos o falta de visión de la recompensa. Favorecen estos aspectos la fatiga, estrés, otras prioridades, emergencias inesperadas, negatividad de terceros involucrados, falta de confianza, trabajar en un entorno muy hostil o inadecuado, objetivos no claros, entre otras. Dependemos en cierta medida de las circunstancias y habría que reestructurar ciertos aspectos para lograr de nuevo una motivación que nos de ímpetu y visión.
- No tener idea de por dónde empezar. La complejidad del reto asusta. Esto puede ocurrir cuando el proyecto o tarea es demasiado complejo, demasiado difícil o con muchas partes implicadas desestructuradas y sin claridad por dónde empezar. La mejor manera seria tratar de descomponer el proyecto o tarea en partes manejables y ordenarlas en el tiempo.
- Distracciones frecuentes. Actualmente existe una avalancha de potenciales distracciones continuas que no dejan centrarse en el trabajo a realizar. Las más frecuentes exceso de emails, mensajes de texto/whatsapp, actualizaciones redes sociales, otras notificaciones, llamadas telefónicas, consultas de compañeros, reuniones, otros requerimientos de tiempo, tareas administrativas, internet, etc..
- No disponer del tiempo suficiente. Querer abordar demasiados proyectos o tareas puede impedir que nos centremos en algo concreto. Habrá que seleccionar los proyectos o tareas a priorizar. También es de mucha utilizar planear y programar mejor la agenda/trabajo a realizar.